Hijo Mio,
Estas palabras son mas para mi que para nadie mas, pues no me atrevo ni siquiera a pedirte que pongas tus ojos en mis palabras escritas, estas palabras que tratan de explicar a mi corazón porque ya no estas y porque decidiste irte. Se que tu corazón siempre fue generoso y bueno, que aunque estabas lleno de pena y desolación, nunca recibí nada malo de tu parte, solo recibí de ti cariño, tu sentido del humor y tu abrazo sincero.
Rezo por que tu alma encuentre la paz que no pudiste encontrar entre nosotros, que donde te encuentras puedas ahora sonreír por dentro como por fuera. Es difícil para mi escapar del “hubiera” pues es tanto el dolor que siento que no puedo evitar pensar que es lo que hubiera hecho para acercarme mas a ti, querido hijo. Nos dejas un inmenso vacío hijo, pero en la promesa de Dios, mi intención es celebrar tu vida, tu sonrisa y tu inevitablemente complejo y humano sentido del humor.
Siempre en mi corazón
Tío Juan Alfredo
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